Este sábado se llevará a cabo una velada especial con un programa de obras francesas. "Estoy muy contento de venir a Mar del Plata con este concierto de Saint-Saëns, que es uno de los grandes conciertos del repertorio francés" dijo el músico invitado.
La Orquesta Sinfónica Municipal dirigida por Juan Martín Miceli se presentará este sábado a las 20 en el Teatro Colón con una puesta especial de obras francesas que contará con la participación del solista invitado Yan Levionnois en violonchelo.
“Tengo la impresión de haber nacido con un violonchelo a mi lado”, en una nota a LA CAPITAL, en la que expresó las expectativas por presentarse en Mar del Plata.
El destacado programa incluye la interpretación de Pavana para una infanta difunta de Maurice Ravel, el Concierto para violoncello en la menor, N°1, Op. 33 de Camille Saint-Saëns y Sinfonía en Do mayor de Georges Bizet.
Levionnois llega a la ciudad, gracias al gran impulso que desde el organismo artístico municipal y su director, Juan Martín Miceli, se le busca dar a las propuestas que se ofrecen al público, en la remodelada sala del teatro Colón.
Además, según el propio Miceli, ensayar y compartir escenario con músicos de otras formaciones, sean argentinos o extranjeros, genera un intercambio interesante, refrescante y motivador. Por ello el esfuerzo, a pesar de la falta de recursos, para contar con invitados.
Además de la llegada de Lorenzo Guggenheim, a fines de octubre y la de Levionnois este sábado, Miceli está trabajando ya en un programa para la temporada con varias sorpresas.
Sobre el invitado
El frances Yan Levionnois ha obtenido el primer premio de los concursos internacionales “André Navarra” e “In Memoriam Rostropovitch”, fue finalista del primer concurso Reina Elisabeth en categoría violonchelo y del último concurso Rostropovitch, donde obtuvo el premio a la “personalidad más destacada”. Ha sido también nominado para el premio Victoires de la Musique en 2011.
Además, Yan ha sido premiado por la Banque Populaire et Safran, ha recibido la distinción “révélation classique” del Adami 2013 y desde 2016 es artista asociado de la Fondation Singer-Polignac de Paris.
Se ha presentado como solista con la London Philharmonic Orchestra, la Orquesta Nacional de Francia, la Sinfonía Varsovia y la Orchestre du Capitole de Toulouse, entre otras, bajo la dirección de Daniele Gatti, Dimitry Sitkovetsky, Jean-Jacques Kantorow y Heinrich Schiff. Entre los artistas con los que colabora en música de cámara se cuentan personalidades como David Grimal, Antoine Tamestit, Renaud y Gautier Capuçon, Nicholas Angelich, David Guerrier, Emmanuel Pahud y el Cuarteto Ébène. Músico ecléctico, se presenta regularmente con el acordeonista de Jazz Richard Galliano y participa como guía de fila del ensamble sin director “Les Dissonances”, abordando con ellos el gran repertorio orquesta, desde sinfonías de Beethoven a obras de Ravel y Debussy.
Ha grabado recientemente un disco de sonatas junto a Guillaume Bellom y “Pierrot Lunaires”, dúos con la
violinista Mélanie Clapiés, los dos para la discográfica Fondamenta, como así también una participación en el disco “Martha Argerich & Friends 2011” del festival de Lugano para EMI.
Ha encargado una pieza a Kryštof Maratka para su disco “Cello Solo” y ha estrenado el concierto para violonchelo y orquesta de Richard Dubugnon, una colaboración que ha sido objeto del film de Thierry Augé “Ce qu’il faut de silences”.
Apasionado por la poesía de Arthur Rimbaud, Yan ha concebido “Illuminations”, un espectáculo que mezcla los poemas del ciclo homónimo y las suites para violonchelo solo de Benjamin Britten, en el cual toma también el rol de
recitador.
– Teniendo en cuenta que los primeros pasos en el conocimiento del violonchelo los tuvo de/con su padre, ¿cómo fue evolucionando su relación con el instrumento?
– Mi padre ha sido de enorme ayuda a la hora de aprender el violonchelo, siendo siempre una parte importante de mi relación con el instrumento. Tengo la impresión de haber nacido con un violonchelo a mi lado.
– ¿Cuándo se dio cuenta que quería dedicarse profesionalmente a la música?
– Tardé un tiempo en darme cuenta de que quería ser un músico profesional. Esto ocurrió después de ser aceptado en el conservatorio de Paris, donde tuve la ocasión de conocer a otros violonchelistas de todos lados. Valoro mucho esos encuentros.
– ¿Qué disfruta del intercambio con músicos en formato de dúo o trío y qué en el formato orquesta?
– Veo a la orquesta como una especie música de cámara a gran escala. La diferencia se sitúa, para mí, en la manera de trabajar, que frecuentemente es más detallada en la música de cámara. Las dos tienen una gran importancia para mí y se nutren mutuamente.
– ¿Qué aprendió al participar del proceso de fabricación de su violonchelo?
– Ha sido realmente mágico poder trabajar en mi violonchelo, de conocerlo desde sus tablas de madera y de sentir cómo esta se afinaba poco a poco hasta encontrar su forma definitiva… Esto me permitió también poder comprender mejor los mecanismos del sonido en el instrumento, de ver por dónde pasan las vibraciones, ver las partes normalmente ocultas responsables de la producción del sonido.
– Cuál es la importancia de contar con un arco hecho especialmente para usted?
– Con el arco es un poco lo mismo: es fantástico poder hablar con el creador del arco cuando no funciona tan bien para así poder repararlo juntos.
– ¿Tiene curiosidad, intención de explorar la dirección?
– No tengo intenciones de comenzar con la dirección de orquesta realmente, no. Creo que muchos instrumentistas encuentran placer en la dirección pero para mí es algo bastante alejado que requiere de otras cualidades que aquellas del violonchelista.
– ¿Cómo surgió la posibilidad de presentarse con la Orquesta Sinfónica de Mar del Plata y qué puede contar del programa?
– Este viernes estaremos presentándonos junto a Guillaume Bellom en Buenos Aires en la Usina del Arte. Juan Martín Miceli aprovechó la ocasión para invitarme, dado que ya habíamos colaborado anteriormente ¡Estoy muy contento de venir a Mar del Plata con este concierto de Saint-Saëns, que es uno de los grandes conciertos del repertorio francés, muy cercano a mí y portador de un típico espíritu de una época que me hubiera encantado vivir!